Utilizaremos el método Ernst Götsch, que diseñó una técnica para la regeneración ambiental por medio de agrofloresta llamada Agricultura Sintrópica, donde se utiliza todo el ecosistema del lugar para plantar bosques autóctonos, árboles frutales, hortalizas, todo junto generando una producción imparable de alimentos orgánicos, fortaleciendo el suelo, generando retención de agua de lluvia y mejorando todo el ecosistema utilizando la propia naturaleza para un perfecto equilibrio.

Las personas que vivan con nosotros van a trabajar en estas producciones y ser sustentables creando una economía equilibrada por la producción orgánica.

Por medio de Aldea Global Experience invitaremos a las personas a visitarnos para vivir la experiencia y descubrir nuestra filosofía y cultura aprovechando y disfrutando de nuestro espacio, nuestro entorno, nuestros alimentos y de todo lo que aldea Global tiene para ofrecer.

Gestionaremos el área destinada de cada persona y le enseñamos a sacarle el máximo rendimiento económico, pero también en términos de salud y bienestar.

Siguiendo la geometría sagrada de Aldea Global y los Domos, crearemos zonas circulares.

El Domo en el centro con un radio de 10mts llamado Zona 0, seguido siempre en círculos crecientes por las Zonas 1,2,3 y 4.

Zona 0: Domo, Hogar, asentamiento

Zona 1: muy frecuentada, con necesidad de mantenimiento: Huertas y alimentos más requeridos por la familia.

Zona 2: menos frecuentada, cultivos semi-intensivos: cultivos para mercado, árboles frutales, invernaderos, cultivos comerciales, árboles y arbustos autóctonos, etc.

Zona 3: Visita ocasional, cuidados mínimos: alimentos silvestres, tala de Árboles para alimentar el suelo, madera combustible, etc.

Zona 4: Sin necesidad de gestión: zona de bosques autóctonos, forraje, inspiración, meditación.

El propietario del Domo es responsable de su zona 0 seguidas por las zonas 1,2,3 y 4.

En la zona 0 también tendremos las fosas sépticas ecológicas que son una alternativa más sostenible que utiliza materiales naturales y métodos biológicos para tratar las aguas residuales. Estas fosas hacen un proceso natural apoyándose en la labor de bacterias y otros organismos para descomponer los residuos y producir un efluente más limpio.

Las usaremos para tratar el agua de la casa para transformar el residuo en alimento para criar peces y animales acuáticos en pequeños lagos artificiales. Agregaremos un diseño de jardín con espejos de agua, peces, etc…

El agua ya tratada llega llena de materia orgánica limpia a estos lagos y alimenta a los peces, además de añadir al agua de riego los nutrientes necesarios para hacer florecer las huertas y jardines.

Para eso contamos con piscinas naturales, ojos de agua y cascadas con un sistema de bombeo por gravedad que no solo trata químicamente el agua, sino que también oxigena todo el sistema. Estas aguas son sumamente ricas en nitrógeno y dependiendo del manejo, con los nutrientes que elijamos, regaremos los jardines. Crearemos espejos de agua para que florezcan plantas como la citronela, pimienta para espantar hormigas, albahaca para aromatizar, espada de San Jorge como barrera contra serpientes y animales venenosos, etc…

También podemos tener en nuestras zonas 0 algunos invernaderos con especias, cebolla de verdeo, lechuga, tomate lo que usamos a diario… Llegando a la zona 1, con las huertas… Que reciben toda el agua y hacen que las lechugas, tomates, papas, etc., crezcan llenas de salud.

En zonas más retiradas mezclamos bosque nativo árboles y arbustos de la región, y caminos para ganado, gallinas y otros animales, los cuales son libres para rotar por el campo. Mientras el ganado está a un lado, pisoteando la tierra y abonando con estiércol, las gallinas están al otro lado, limpiando el terreno de insectos, plagas y malas hierbas… y así durante todo el año.

Al final, en la zona del bosque, van las abejas, trayendo salud y polinizando todo el ecosistema… de ahí obtendremos miel y derivados. El bosque crece de forma natural en medio de todo, lleno de diversidad. Respetando los caminos que marcamos, los espacios libres para la adecuada experiencia humana en convivencia con los animales y la naturaleza.De esa forma tendremos Frutas, huertas, plantas para producir medicinas, jaleas, cosmética natural, Miel, leche, huevos, etc. Los puntos negros que ven en el diseño son los domos, es decir, los residentes.

Hablar de comunidad sostenible es también hablar de integración y proximidad con otros seres de la naturaleza. Hay que dejar volar la imaginación para visualizar el futuro que queremos crear, nuestro lema es “YO SOY EL CAMBIO QUE QUIERO VER EN EL MUNDO”.

Lo que se ve en rojo es un elemento central que tiene la misma superficie que la zona residencial, pero ocupado con jardines comunitarios en forma de mandala, centros culturales, jardines aromáticos para meditación, domos turísticos, espejos de agua, gallineros, laboratorios para producción de cosmetología natural, estudio de grabación de contenidos, y todo eso con huertas a su alrededor, en todo su entorno, un espacio con abundancia de alimentos y medicinas naturales.

Lo que se ve en verde es la zona 1 que se irán sumando hasta la zona 4

Las líneas azules son las calles, los caminos en amarillo, las entradas al Domo para Automobiles y conexión con las calles. Las líneas violetas son los accesos a las áreas rojas para peatones, pequeños senderos.

Plantar en permacultura no es sólo plantar en el espacio, sino plantar en el tiempo…. Considerando el tiempo y las variadas apariencias que pueden adoptar los biomas según el clima de cada región, podemos diversificar la siembra según las estaciones, en sistemas de vida complejos.

El Bioma Forestal es extremadamente rico en nutrientes y mano de obra. Cuando creamos el entorno adecuado para que florezca la vida, como abejas, pájaros y otros animales e insectos, podemos pasar de jardines aromáticos y visuales, con flores, hierbas, especias… a bosques cerrados con altos niveles de humedad y densidad orgánica.

A través del sistema de árboles obligatorios, que es el principio que desarrollaremos para gestionar las tierras productivas como cofres de recursos comunitarios, es decir, como valor de respaldo a partir de la siembra, elegimos las especies prioritarias para ocupar la tierra y distribuirlas en el espacio, pensando en sus necesidades de Sol y Sombra. Es bueno que las plantas que necesitan sol en invierno y sombra en verano, por ejemplo, se planten debajo o cerca de árboles que cambian de hojas en otoño e invierno.

Nuestro compromiso de basar toda la economía de una comunidad en la cultura, y ya no en el trabajo, requiere también que pensemos en sembrar conocimiento a lo largo del tiempo. Elegir sistemas de creencias apropiados y educar para perpetuarlos a través de generaciones. Elegir una cultura de paz, aplicar sistemas de mutualismo a las formas de vida y no de explotación. Una coexistencia estrecha y armoniosa entre nosotros y los animales.

Queremos prevenir producciones basadas en el dolor y el sufrimiento. Pero no podemos obligar a nadie a no consumir lo que ofrece este mundo, pero si podemos mostrar que existen otros caminos.

No sacrificaremos, ni criaremos en cárceles privadas a nuestros animales, pero el consumo de huevos, leche, miel y otros derivados, si se extraen a conciencia, por que son esenciales para la vida humana, sustituyendo incluso importantes nutrientes de la carne, que además de beneficiar nuestros órganos mejora todo nuestro cuerpo, la miel es un alimento antibiótico potente, capaz de producir medicina, e incluso de limpiar la piel. Si su extracción se realiza con respeto sagrado por lo que nos ofrece la naturaleza, comenzamos a vernos nuevamente como participantes de este sistema. Después de todo, los animales son interdependientes. Y nosotros, además de almas que sobreviven al tiempo, tenemos una parte animal que existe en este espacio dimensional actual. Si vamos a satisfacer nuestras necesidades como seres humanos es justo también satisfacer las de nuestro medio ambiente y del planeta que nos acoge.